ZENOBIA acaban de publicar un comunicado a través
de su Facebook Oficial, en forma de carta a
su ex-Bajista:
COMUNICADO: Carta a nuestro Ex-Bajista
Hoy, hoy es el día en que voy a hablar de ti porque pienso que todo
aquel que ha llevado una cruz, como la que tú me has hecho cargar,
necesita expresarse y respirar al fin.
A una persona como tú se la acaba conociendo, sí, aunque a
veces tarde desgraciadamente. Más si aún sumo que yo comencé
este sueño con 15 añitos, lleno de ilusión y pasión por la música y
haciendo que ésta llenara mi vida. A esa edad, tú sumabas varios
años más, comenzó el camino de este grupo, Zenobia.
La amistad era un buen punto para partir, creo en la amistad, sin
embargo nadie está a salvo de eso que yo no trago, la mentira
y aún llevo peor lidiar con mentirosos. Cuando empezamos, toda
la banda conseguimos pequeños logros y después otros un poco
más grandes y así continuó siendo no sin piedras en el camino,
no sin cambios en la formación, sin parones inesperados, etc.
Más tarde se te vio en realidad, la convivencia destapó tu lado
más oscuro y yo, en fin, tenía 17 añitos y mi pasión por la banda
y por la música no quiso ver la verdad. Ya dolido por tu falsedad,
agarré las riendas de este sueño cuando tuve más edad, más
valor, dando absolutamente todo de mí y no dejando que mi
sueño sea pisado por nadie. Quien ha estado a mi lado ha
sabido ver eso, incluso tú.
Con los años, he tenido la sensación de que no te has portado
bien conmigo por tantos y tantos motivos que tornan a
innumerables. Y es que pienso que, como cita Leo Jiménez en
una de sus canciones, “Siempre hay personas que te quieren consumir.
Y que intentan absorber la luz que han sabido ver en ti.”. He visto
en ti una transformación, quizás más que eso, la madurez me
ha ido desvelando quién eres exactamente. Ahora ya no soy
aquel niño, ahora todo lo que aquí escribo te lo he dicho ya a
la cara. Pero debes saber… Que doy gracias de contar con gente
honesta en esta banda; de contar con personas valientes aquí
que no son como tú y que también han sido capaces de ver por sí
mismos tu máscara. Hace poco tiempo nos colocaste en una
encrucijada, en una trampa que nos impedía seguir.
A tu particular abusivo camino sumaste una compañera de viaje,
desde luego a una auténtica ‘Lengua de serpiente’. Nos habéis
rodeado de veneno, de mentiras y más mentiras.
Estáis cargados con ira y odio y todavía formando tú parte de
este grupo hemos soportado mil y una humillaciones.
Más tarde habéis intentado limpiar vuestra imagen de cara al
exterior. Nada más y nada menos has ofrecido trabajo de la
noche a la mañana a ‘amigos’ que has intentado poner en n
uestra contra, tratándolos como a idiotas, como a mierda. Ya
no están a tu lado, parece que ni tu compañía ni tus falsas
promesas les han compensado. No has cuidado su amistad,
desde luego creo que no aprecias a la gente…
Hoy, viejo amigo, hoy confirmo la acertada decisión que tomamos
al apartar de nuestro camino semejantes malos apetitos.
Y es que mientras tú te reías de nosotros, mientras nosotros
luchábamos y tú no, urdías un plan. Has alimentado las
emociones de otros falsamente, prometiendo de manera
encubierta deshacerte de la mitad de la banda para incluirlos
a ellos como nuevos músicos (me voy a reservar sus nombres y
apellidos), a nuestras espaldas, inventando problemas que
no existían. Casualmente tu plan era sustituirlos a todos
menos a mí, ¿por qué? Eso es lo peor de ti, estabas convencido
en continuar absorbiendo mi luz, tenías muy claro que podrías
entrar en mi mente y manejarme como a una marioneta, como
quizás hicieras en el pasado con aquel chaval.
¿Quién te crees ser? ¿Qué derecho tendrías a privar al resto,
con los sacrificios que han hecho, sustituyéndolos por ‘títeres’?
¿Qué has aportado tú, qué derecho tienes? O, ¿Cuánto más
que yo has dado por este sueño? Más cuando la realidad es
que me sigues debiendo un “Muchas gracias”, muchas veces.
Tú, que durante todos estos años te has aprovechado
principalmente de mí.
¿Sabes? Te he sobrevivido lo suficiente para comprobar que el
tiempo pone a cada uno en su lugar. Traga la espiral que
has elegido y recoge aquello que has sembrado.
Ahora todos vivimos felices y vuestra maldad no es bien
recibida aquí.
Jorge Berceo
(ZENOBIA)
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