El pasado sábado 28 de Marzo, el equipo de El Templario Del Metal visitó Cáceres para asistir al concierto ofrecido por la sala Barroco donde nos encontramos con Mind Traveller, Omnia Transit y Lujuria.
Antes
de la batalla, estuvimos en la puerta de la sala, conversando con
algunos de los asistentes al concierto y componentes de los grupos
protagonistas de aquella noche. Y querríamos destacar la buena onda
del portero, que pese a su intimidante presencia, fue muy simpático
con todo el mundo.
Dentro
ya de la sala, pudimos apreciar la profesionalidad de los camareros a
la par de la cuestionable educación del técnico de sonido. No somos
muy expertos en el tema del sonido, no sabemos si es por la
arquitectura de la sala, o por el equipo, o simplemente porque no se
hizo todo lo bien que se debió, pero el sonido no era lo más
excelente del mundo. Pero bueno, al final disfrutamos con los grupos.
El
concierto empezó sin apenas gente en la sala, debido a la agobiante
prisa del dueño, cosa que contaremos más adelante. Estábamos
cuatro gatos, los camareros y el técnico de sonido.
Los
primeros en empezar fueron los residentes cacereños Mind Traveller,
los cuales llevan ya 4 años de conciertos y dos discos, de los
cuales el último aún no está a la venta hasta principios de
verano. Además, aquella noche despedían a su gran guitarrista Pablo
Yuste (Pavo, El hombre de los 1000 dedos) el cual, por motivos
personales, ha de dejar a la familia Mind. Esperemos que sea un
“hasta luego”.


Estos chicos nos
presentaron temas de su nuevo disco "All the Signs":
“Behind the Glass”, “Across the Silence” y la impresionante
“From the Other World” entre otras y también “The wanderer”
de su primer disco (también incluido en su segundo disco). A pesar
de tener que recortar repertorio, obligatoriamente, y del problema
con el sonido, ya mencionado antes, nos transmitieron su potente y
brutal metalcore al que nos tienen acostumbrados.
Y siempre superándose.
Y siempre superándose.
Personalmente, me encanta
el toque que han conseguido con los teclados de Marcos Tremonti,
transformando un simple metalcore en una obra de arte.
Los siguientes guerreros de la batalla fueron los pacenses (Eeeo Badahó Badahó Badahó) Omnia Transit, que venían de tocar en Calamonte ese mismo día y a pesar de tener los mismos problemas de recortes (apolíticamente hablando) y tocar sin haber ecualizado siquiera, es decir no pudieron hacer la prueba de sonido porque no les dejaron por falta de tiempo, nos transmitieron su alegría y disfrute por la música demostrando el potencial musical de Badajoz.
Los siguientes guerreros de la batalla fueron los pacenses (Eeeo Badahó Badahó Badahó) Omnia Transit, que venían de tocar en Calamonte ese mismo día y a pesar de tener los mismos problemas de recortes (apolíticamente hablando) y tocar sin haber ecualizado siquiera, es decir no pudieron hacer la prueba de sonido porque no les dejaron por falta de tiempo, nos transmitieron su alegría y disfrute por la música demostrando el potencial musical de Badajoz.
Tocaron canciones como “Cuenta la historia”, “En mis sueños” y “El torito” con estilo Rock pacense, sin lugar a dudas, haciéndonos vibrar a todos.
Sonaron también versiones míticas como “Sweet child o´mine”, “maldito sea tu nombre”, “Esta es una noche de Rock and Roll” y “No hay tregua”.
Particularmente, el tema
“El torito” me gustó bastante, muy pacense, español, un Heavy
agitanao. Nunca pensé que me gustaría este género. He intentado
buscar en internet un buen archivo, pero como lo hicieron en el
concierto no hay nada.


La banda esta creciendo y eso se nota en cada directo, la incorporación de Víctor a la voz ha sido un gran acierto, haciendo que la formación suene como un bloque bien cimentado.
Corriendo
y deprisa subieron empujados, Literalmente (demos gracias al dueño
del local…), al escenario, los grandes, inigualables e inimitables
Lujuria, cabeza de cartel aquella noche. Grupo heavy español que
lleva 25 años
subidos a los escenarios.
Los segovianos nos presentaron su LP, titulado, “Esta noche manda mi polla”, el cual, es su forma de homenajear esos 25 añazos. Un momento muy digno de mencionar aquella noche fue la aparición de Oscar, pues subió al escenario portando, lo que podría decirse, el estandarte del grupo: Un gran pene inflable, más alto que él mismo, el cual recorrió toda la sala por encima de nuestras cabezas.
subidos a los escenarios.
Los segovianos nos presentaron su LP, titulado, “Esta noche manda mi polla”, el cual, es su forma de homenajear esos 25 añazos. Un momento muy digno de mencionar aquella noche fue la aparición de Oscar, pues subió al escenario portando, lo que podría decirse, el estandarte del grupo: Un gran pene inflable, más alto que él mismo, el cual recorrió toda la sala por encima de nuestras cabezas.
La primera canción que
tocaron fue la que da nombre al mencionado LP: “Esta noche manda mi
polla” la cual el público, eufórico, coreó. Repasaron su amplia
discografía sonando canciones como “Cae la máscara”, “Mozart
y Salieri” y “Sexurreción” en las cuales todo el público no
paró de cantar en ningún momento. Entre canción y canción los
artistas expresaban lo que más o menos todos pensamos de la
sociedad, de la sala y el orgullo de ser heavys .
Al igual que paso con los
anteriores grupos les quisieron recortar el tiempo de actuación pero
la presión del público y ellos mismos, que se sentían muy a gusto
sobre el escenario hicieron caso omiso de las exigencias. Cuando
parecía que era la última, iban a por otra y a por otra hasta que
llegó el inevitable final.

Nada más terminar, casi sin dejar que saludasen, ya nos habían colocado la música que la sala quería para sus clientes sin adaptarse a los clientes que actualmente estaban en la sala.

Nada más terminar, casi sin dejar que saludasen, ya nos habían colocado la música que la sala quería para sus clientes sin adaptarse a los clientes que actualmente estaban en la sala.
Musicalmente, y gracias
casi por completo a los músicos y al público, que en mi opinión,
en el campo habríamos estado más cómodos que en aquella sala,
disfrutamos de un conciertazo. Una buena noche.
Para finalizar, me
gustaría comentar el comportamiento del dueño, seguro que todo el
que estuvo allí para verlo, estará de acuerdo con nosotros.
Para empezar, ni siquiera
había informado al portero de la lista de acreditados al concierto,
siguiendo por la agobiante y vergonzosa prisa que tenía, cuando ni
siquiera había comenzado aún el concierto, haciendo que los grupos
recortasen tanto su repertorio que, de no ser por el pedazo de
público que había aquella noche, no habrían tenido tiempo de
conectar con ellos.
El primer grupo, Mind
Traveller, tocó con la sala vacía, solo se le veía a él
apremiando el final. Se podía palpar la rabia, pues como ya hemos
citado, aquel concierto lo dedicaban a su guitarrista “Pavo”, ya
que se separará de la banda.
Omnia Transit, sin
resignación ninguna, tocaron tranquilamente, haciendo a un lado los
agobios, lo cual hizo, al menos a nosotros, olvidar al tedioso dueño,
pero no por ello significa que les diese igual. Se recortaron
bastante y nos supo a poco.
Con Lujuria la cosa
cambió: Cuando apareció delante de las narices de Oscar un papel en
el que ponía cuando debían cortar, éste lo engulló, dejando claro
quien mandaba esa noche. Entre canción y canción declaraban sus
opiniones acerca del tema y para cuando ellos decidieron acabar, el
público pidió otra, y después otra, y otra más, y todas fueron
concedidas. Estaba claro y había que demostrarlo, la música no se
hace con prisas, sino, no es música.
Crónica y fotos: Esmeralda y Ricky
Crónica y fotos: Esmeralda y Ricky























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