“The Last Stand”,
lanzado el 19 de agosto de 2016 por Nuclear Blast Records y producido por el
afamado Peter Tätgren, supone el octavo álbum de los suecos SABATON en su más de once años de
carrera musical.
En él, la banda formada por Joakim Brodén (voz, teclado), Pär Sundström (bajo, coros), Chris Rörland (guitarra, coros), Thobbe Englund (guitarra, coros) y Hannes van Dahl (batería), ahonda en su consabido Power Metal de carácter épico, con estribillos pegadizos, melodías ampulosas y grandilocuentes, y sus letras con el rasgo distintivo del grupo, es decir, tratando sobre batallas y gestos heroicos (ya os iré dando algún apunte sobre la temática de las mismas cuando pasemos a ver los temas uno a uno).
Por lo tanto, es un disco con pocas sorpresas, pero que
contiene la esencia de SABATON,
entretenido, pegadizo, agradable y, cuanto menos, resultón.
“Sparta” (sobre la Batalla de las Termopilas
en la que los espartanos se enfrentaros al ejercito persa de Jerjes, y que
todos conoceréis por la película 300) es el arranque que cabía esperar en un
disco de estas características, con un épico teclado y un coro de guerreros
para empezar, tremendamente pegadizo y perfecto para corear en directo.
Le sigue “Last Dying Breath” (sobre la defensa de Belgrado durante la Primera Guerra Mundial), un tema más rápido que el anterior, con gran protagonismo de teclas, que transmiten mucho dinamismo, y un buen solo de guitarra liderando una parte central más melódica.
Le sigue “Last Dying Breath” (sobre la defensa de Belgrado durante la Primera Guerra Mundial), un tema más rápido que el anterior, con gran protagonismo de teclas, que transmiten mucho dinamismo, y un buen solo de guitarra liderando una parte central más melódica.
Una
juguetona melodía de tambores y gaitas abre “Blood of Bannockburn” (sobre la Batalla de Bannockburn en 1314, en
la que los escoceses derrotaron a los ingleses) a los que rápidamente se unen
las guitarras y el resto de instrumentos para dejarnos un tema bastante dinámico,
con un tono casi festivo, con gran presencia de teclados y en el que destaca un
solo de hammond ligado al de guitarra.
“Diary of an Unknow Soldier” (sobre la
Ofensiva de Meuse-Argonne, en 1918) es una introducción narrada por Jon
Schaffer, guitarrista de Iced Earth, que sirve de preámbulo a “The Lost Battalion” (dedicada a las 9
compañías de la división 77 de los Estados Unidos, menos de 600 hombres que
durante la Batalla de Argonne en 1918, resistieron durante una semana el ataque
de la Armada Alemana), un tema con un trabajo vocal extraordinario, tanto en
las estrofas como en los poderosos coros, un tanto más pausado, pero con un
cierto aire sinfónico y muy épico.
Recuperan
la velocidad en la pujante “Rorke´s Drift” (sobre la Batalla de
Rorke's Drift en 1879, donde se enfrentaron los ingleses contra los zulús),
corte muy Power metalero con unas trepidantes guitarras y una incansable
batería a doble bombo que dotan de mucho brío al tema.
A continuación es el turno de “The Last Stand” (que nos habla de cómo la Guardia Suiza mantuvo a raya a las tropas de Habsburgo el tiempo suficiente para que el papa Clemente escapara durante el saqueo de Roma el 6 de mayo de 1527), un corte característico de los suecos, épico y enérgico, con una base rítmica galopante, unas ágiles guitarras y unos teclados con mucho empaque comandados por la voz de Brodén, y que desde luego te contagia del sentido heroico que pretenden transmitir.
A continuación es el turno de “The Last Stand” (que nos habla de cómo la Guardia Suiza mantuvo a raya a las tropas de Habsburgo el tiempo suficiente para que el papa Clemente escapara durante el saqueo de Roma el 6 de mayo de 1527), un corte característico de los suecos, épico y enérgico, con una base rítmica galopante, unas ágiles guitarras y unos teclados con mucho empaque comandados por la voz de Brodén, y que desde luego te contagia del sentido heroico que pretenden transmitir.
Los dos
siguientes temas nos llevan hasta Oriente, a Oriente Medio en el caso de “Hill 3234” (sobre la Batalla de la
Colina 3234 durante la Guerra de Afganistán, en 1988), un corte potente y duro,
con una base rítmica pujante y unos riffs categóricos sobre unos teclados que
aportan la melodía oriental que la temática de la canción pide.
Y hasta Japón nos lleva “Shiroyama” (sobre la Batalla de Shiroyama, el 24 de septiembre de 1877 en Kagoshima, Japón), tema liderado por los teclados, muy pegadizo, en el que partes más sosegadas se entremezclan con otras más vertiginosa, y un estribillo marca de la casa.
Y hasta Japón nos lleva “Shiroyama” (sobre la Batalla de Shiroyama, el 24 de septiembre de 1877 en Kagoshima, Japón), tema liderado por los teclados, muy pegadizo, en el que partes más sosegadas se entremezclan con otras más vertiginosa, y un estribillo marca de la casa.
Y casi
sin darnos cuenta, nos acercamos al final, ya sólo quedan dos temas por
escuchar. En el primero de ellos, “Winged
Hussars” (sobre los húsares alados polacos y la Batalla de Kahlenberg) son
de nuevo los teclados los que se llevan el protagonismo acompañando al eficaz
estribillo, con unos convincentes coros, mientras que en las estrofas es el
bajo el instrumento más presente.
Y ya para cerrar, nos dejan con “The Last Battle” (donde nos narran la legendaria batalla por el Castillo Itter, el 5 de mayo de 1945), un corte con un cierto carácter ochentero, movidito y alegre sin perder en sentido de la épica pero muy melódico, con buenas guitarras, una base rítmica vibrante, un estribillo fácilmente reconocible y los teclados de nuevo protagonistas.
Y ya para cerrar, nos dejan con “The Last Battle” (donde nos narran la legendaria batalla por el Castillo Itter, el 5 de mayo de 1945), un corte con un cierto carácter ochentero, movidito y alegre sin perder en sentido de la épica pero muy melódico, con buenas guitarras, una base rítmica vibrante, un estribillo fácilmente reconocible y los teclados de nuevo protagonistas.
En resumen, este “The
Last Stand” ofrece todo lo que se puede esperar de una banda como SABATON: letras y ambiente bélico, gran
sentido de lo épico y heroico, sección rítmica contundente, eficientes riffs de
guitarra y solos vertiginosos, coros rimbombantes y pomposos, a los que se une
un dominante teclado para dejarnos unas extraordinarias melodías. ¿Qué va siendo
hora de que innoven y apuesten por dotar de más variedad a su música? Pues tal
vez, pero el caso es que lo que hacen les funciona, especialmente en directo, y
su número de seguidores no deja de crecer. Disco recomendado para todos los
seguidores de la banda, a los que no va a defraudar, y todos los amantes del
Power Metal más épico y ampuloso.
Nota: 8/10
José Luis Delgado
iglesias/A Golpes de Rock
Listado de Temas:
Listado de Temas:
Sparta
Last Dying Breath
Blood Of Bannockburn
Diary Of An Unknown Soldier
The Lost Battalion
Rorke’s Drift
The Last Stand
Hill 3234
Shiroyama
Winged Hussars
The Last Battle
Para seguir al grupo en las redes:
www.sabaton.net
www.facebook.de/sabaton
www.nuclearblast.de/sabaton
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Blood Of Bannockburn
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