jueves, 30 de octubre de 2025

Critica a KING SAPO · “El Dios de América” (Autoeditado)

 

El Dios de América es el tercer trabajo de estudio, la banda madrileña King Sapo consolida una propuesta sonora tan contundente como personal. Ellos mismos definen su estilo como “grunge and roll”, una etiqueta que encaja a la perfección con su manera de reinterpretar el rock clásico y alternativo, tendiendo un puente entre los años 70 y 90 sin perder frescura ni identidad.

La producción, firmada por Emilio Mercader y Juancho Guevara, refuerza ese equilibrio entre potencia y matiz. Ambos productores saben dónde poner el bisturí, logrando un sonido que mira a los grandes referentes del género, pero sin diluir la esencia de la banda. En este disco, King Sapo despliega una amplia gama de influencias: desde el hard rock, psicodelia y stoner, todo ello envuelto en letras que mantienen una mirada crítica y reflexiva.

La portada del álbum también merece mención aparte. Su paleta de tonos cálidos naranjas, rojos y negros; crea una atmósfera cargada de tensión y urgencia, casi apocalíptica. En primer plano, las siluetas de los integrantes se recortan contra un fondo de fuego o de luz abrasadora, transmitiendo la sensación de estar en medio de un estallido simbólico. Esa imagen juega con una dualidad poderosa: vulnerabilidad frente a quien observa y, al mismo tiempo, una actitud desafiante, casi de resistencia. El Dios de América es, en definitiva, un trabajo sólido y honesto, donde King Sapo reafirma su lugar dentro del rock nacional con una identidad que no se parece a la de nadie más.

Antes de adentrarnos en este nuevo trabajo, conviene recordar que King Sapo lleva tiempo dejando huella dentro del rock nacional. En 2019, la banda fue preseleccionada a los Premios Grammy Latinos en las categorías de Mejor Nuevo Artista de Rock y Mejor Álbum de Rock gracias a “El Niño Gurú”. Años después, en 2025, volvieron a destacar con una nominación en los Premios de la Academia de la Música de España por el tema “El Dios de América”, confirmando que su propuesta sigue creciendo y ganando reconocimiento.

El disco se abre, precisamente, con esa misma canción: “El Dios de América”. Desde el primer compás, el grupo lanza unas grandes intenciones: guitarras robustas, un ritmo firme y una voz que entra con autoridad. Es un inicio que no da respiro, cargado de energía y con una mezcla que permite respirar tanto a la voz como a los riffs, logrando un equilibrio limpio y potente. En lo conceptual, el tema explora la idolatría del poder y el culto a ese otro elemento; esa América simbólica que representa el deseo, el dominio y la manipulación. La letra actúa como una reflexión sobre la alienación moderna, en un mundo saturado de imágenes, dogmas y falsas promesas. No es solo una canción, sino el corazón temático del álbum, un punto de partida que define el tono y el mensaje del resto del trabajo. Con “El Dios de América”, King Sapo demuestra que su rock no busca complacer, sino sacudir conciencias y reafirmar una identidad sonora única dentro de la escena española.

El segundo tema, “No terminó”, llega con una descarga de energía inmediata. Más corta, directa y con un aire de rock clásico acelerado, King Sapo lanza aquí un mensaje claro: la historia no se ha acabado. Ni la lucha, ni la crítica, ni el impulso vital que recorre todo el álbum. A nivel lírico, la canción habla de perseverancia y resistencia, evitando cualquier atisbo de resignación. En lo musical, mantiene la intensidad del tema anterior, aunque con una cadencia más ligera y fresca, actuando como un puente natural hacia lo que está por caer.

El siguiente corte, “Hasta nunca”, destaca por una colaboración estelar: Carlos Tarque, voz icónica de M-Clan, que imprime su sello inconfundible y aporta un tono de rock clásico innegable. El tema gira en torno a la idea de un adiós y la transformación, con una mezcla de melancolía y renovación. Las voces de Tarque y Trujillo se entrelazan con potencia, y la melodía, más redonda y accesible, convierte esta pista en una de las más emocionales y cercanas del álbum.

Después llega “Tren en una postal”, un tema que arranca con un inicio acústico y orgánico, casi como una sesión en directo. Esa crudeza inicial aporta autenticidad, pero cuando entran los instrumentos y la voz de Trujillo, el tema se eleva con fuerza. El solo de guitarra añade brillo y dinamismo, mientras que la participación de Gabriel de la Rosa (Shinova) aporta un contraste vocal que amplía su alcance emocional. No es casualidad que haya sido elegido como single; resume con precisión la esencia del disco, intensidad, emoción y un sonido tan pulido como honesto.

Con “Llegado aquí”, King Sapo entrega uno de los momentos más potentes del álbum. El tema desprende fuerza y emoción, con un Trujillo especialmente inspirado al micrófono, moviéndose en registros más clásicos y llenos de feeling. Las guitarras afiladas y una base rítmica contundente construyen un muro de sonido que sostiene unas letras imaginativas y motivadoras. El riff principal, casi titánico, funciona como motor de la canción y reafirma la personalidad inconfundible del grupo.

En “Invisible”, el cuarteto baja las revoluciones para adentrarse en un terreno más introspectivo y atmosférico. La letra gira en torno a lo que no se ve, lo que pasa inadvertido, reforzando el discurso de alienación y desconexión que atraviesa todo el disco. Trujillo demuestra aquí su versatilidad vocal, moviéndose con naturalidad entre la contención y la expresividad. Aunque el tempo es más pausado, la banda mantiene una tensión sonora constante, logrando un equilibrio entre sutileza y poder que revela madurez y evolución compositiva.

“Holograma” devuelve la intensidad eléctrica con riffs contundentes, apoyados en una base rítmica firme y compacta. La palabra del título funciona como metáfora del propio mensaje del álbum: realidad frente a apariencia, lo tangible frente a la ilusión. En este tema, King Sapo explora la idea de la “realidad virtual” que han mencionado en entrevistas, utilizando el sonido como un espejo distorsionado del mundo contemporáneo. El resultado es una canción poderosa, hipnótica y coherente, que refuerza la versatilidad del grupo sin romper su identidad sonora.

Una de las joyas del disco es “Polución”, un tema que sorprende por su combinación de voces femeninas y su aire elegante y seductor. Desde el inicio, con una guitarra acústica de cuerdas de acero, la canción desprende calidez y textura. A medida que avanza, se suman percusiones y congas que aportan color y dinamismo, mientras la guitarra eléctrica, con un tono sensual y envolvente, se luce en el tramo instrumental. El cierre es vibrante y lleno de matices, confirmando que King Sapo maneja una amplia paleta sonora capaz de transitar entre lo clásico y lo experimental con total naturalidad.

El álbum culmina con “Trouble So Hard”, versión del clásico de Vera Hall que Moby popularizó décadas atrás. King Sapo toma la esencia espiritual del tema y la transforma en una interpretación profunda, cruda y emocional, impregnada de su característico sonido rocoso. Es una elección perfecta para cerrar el disco: un final intenso y reposado, que deja la sensación de haber escuchado una obra cuidada al detalle, llena de alma y coherencia. 

En su conjunto, El Dios de América funciona como una obra completa y cohesionada, donde cada canción aporta una pieza esencial al relato global: crítica, introspección, viaje, liberación y transformación. Es un recorrido que avanza de la desconexión a la conciencia, de la alienación a la búsqueda de sentido, articulando un discurso tan sonoro como emocional. Y si en estudio suena sólido, en directo King Sapo multiplica su poder. La banda ofrece una experiencia intensa, vibrante y honesta, marcada por su fuerte presencia escénica y la conexión real con el público. No es casual que muchos definan su propuesta como una “odisea musical de caminos incendiarios y abismos inexplorados”: una descripción que encaja perfectamente con su espíritu arriesgado, emocional y en constante evolución. 

Nota: 9/10

Misfits Salenek 

Listado de temas:

1 “El Dios de América”

2 “No terminó”

3 “Hasta Nunca”

4 “Tren en una postal”

5 “Llegado aquí”

6 “Invisible”

7 “Holograma”

8 “Polución”

9 “Bonus track – Trouble So Hard” 

KING SAPO son:

Ramiro Unceta (batería)

José Alberto Solís (bajo)

Andrés Duende (guitarra) 

Jesús Trujillo (voz)

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