viernes, 30 de septiembre de 2016

Crónica: EXTREMAROCK 2016


Aunque nos costó encontrar el recinto, finalmente llegamos tras caminar un buen rato por la carretera al cuartillo, el espacio donde iba a tener lugar el Extremarock. Había poca gente, cosa que no nos sorprendió ya que aparte de que era muy temprano (alrededor de las 6 de la tarde), era día de diario. Enseguida nos atendieron y nos dieron nuestras acreditaciones de prensa;  la organización parecía adecuada, el recinto constaba de duchas, baños, bar, taquillas una zona con mesas y sillas al lado de la barra e incluso una zona de camping, reservada para los Buitres Leonaos.

También había puestos con ropa y accesorios, aunque aún los estaban montando. Íbamos muy emocionadas, ya que se trataba de la primera edición del Extremarock, estrenábamos festival, y encima en nuestra tierra, con bandas que teníamos ganas de ver y otras muchas que no conocíamos, pero igualmente con ganas de verlas a todas y descubrir buenas bandas.

El 15 de septiembre fue el primer día, en el cuál tocaron sólo bandas extremeñas, la mayoría de ellas poco conocidas aún, algunas con discos, otras sin ellos, pero todas con muchas ganas de darlo todo sobre el escenario.

Las actuaciones se desarrollaron en el escenario pequeño, junto a la barra, reservando el grande para los días 16, 17 y 18. La idea de este día era que hubiera una especie de “guerra de bandas”,  una designación incorrecta bajo mi punto de vista ya que algo así no debería llamarse “guerra”, ni siquiera metafóricamente, no se trata de una competición, la esencia de aquello era disfrutar a tope, pasarlo lo mejor posible, tanto el público como las bandas, y por último premiar a la banda que más haya gustado, con una pequeña compensación económica y la oportunidad de grabar un videoclip, premiar su esfuerzo y darles un empujoncito en su trayectoria profesional.












Intramuros fueron los valientes en abrir la jornada de conciertos, siendo la primera banda en tocar, les siguieron los cacereños Quantiko, con un directo muy potente que no nos decepcionó, ya era la segunda vez que los veíamos y una vez más, nos gustaron. La banda plasentina Farragua, fueron los terceros en tocar, con un rock que nos recuerda mucho al de Extremoduro y Marea, sonaban bien aunque en mi opinión les faltó algo de originalidad.













El ambiente empezó a animarse más a partir de las 8, más gente comenzaba a llegar para disfrutar del festival. Sobre esa hora tocaron el Trow de Shuman, un grupo que mezcla rock y reggae; durante el concierto hubo problemas con la luz, aun así siguieron tocando como pudieron a oscuras y sin las guitarras. Les siguieron Cerco, los cuáles me sonaron más poperos, estilo La Fuga. Cabe mencionar la variedad de estilos, para todos los gustos, a lo largo del día pudimos escuchar de todo un poco.












Allá sobre las 9, tocaron Capitán Troner, una banda compuesta solo por 3 personas y sin vocalista, por lo tanto fue un concierto solo instrumental, en cuanto al estilo, rozaba el rock psicodélico. La siguiente banda, Fuera de Tiempo, no pudo tocar, por lo tanto hasta las 10 y media no pudimos ver al siguiente grupo. 












Es sobre esta hora cuando el festival estaba en pleno apogeo, mucha gente esperando ver la banda placentina Archea, que hicieron retumbar el escenario desde el principio, con un sonido más agresivo y metalero que las anteriores bandas, Archea nos sorprendieron gratamente y nos hicieron disfrutar a tope. Continuaron el espectáculo los emeritenses Breaking Panties, con un estilo muy glam, tanto en el sonido como en su apariencia, tocaron versiones de grupos conocidos, como Poison. Nivel frenético fueron los siguientes en tocar, ya rozando las 12 de la noche, con gran multitud de gente, lo dimos todo en el concierto, que sonó muy bien.



Después de medianoche, tocaron Darkness Bizarre, sobre el escenario se encontraba una mujer disfrazada de muerte bailando con los músicos, incluso bajó en un intento de asustar al público, que ya con unas copas de más (nos incluimos), no podíamos más que reír y disfrutar del espectáculo.

Después llegó la hora del flamenqueo, en contraste con el anterior, con la banda Alino Callejero; que a pesar de no ser muy seguidoras del estilo, al final esa curiosa mezcla de rock y flamenco nos gustó y nos lo pasamos genial.



Llegó el turno de una de nuestras bandas más esperadas y que ya hemos tenido el placer de escuchar en más ocasiones, MindT raveller, los cuales se comieron el escenario como de costumbre, descargando todo su potencial y sonando prácticamente igual que el disco o incluso mejor.

La penúltima banda en tocar, y acercándonos ya al final de la jornada de conciertos, fueron los pacenses Derrape, que a pesar de las horas y de que el público se iba haciendo minoritario, lo dieron todo sobre el escenario. Finalmente, llegó la hora de Mnemofobia, otra banda que ya hemos visto también en más ocasiones y nunca defraudan, estuvieron más cañeros que nunca.

Después de la jornada de conciertos, se dispuso a hacer el recuento de votos, tema del cual debo mencionar la mala organización, ya que sólo se tenía derecho a voto por consumición, por lo que hubo personas que pudieron votar más de una vez, mientras otras no pudieron ni votar, lo cual me pareció injusto. 
Además, aun consumiendo, si no pedías tú mismo el voto nadie te lo daba, fue una votación poco democrática e injusta. Al final ni llegó a anunciarse el ganador, no sabemos si se entregará premio o no.

El sábado 17 de septiembre, nada más llegar ya se notaba que ese era el día de Obús, mucha más gente en comparación con el jueves, muchos más moteros con sus respectivas motos, más puestos de ropa e incluso más comida. Tocaron un total de 8 bandas, bastantes menos que el jueves, pero en el mismo período de tiempo, fueron conciertos más largos y con más separación entre uno y otro. 

Comenzaron la jornada a las 4 de la tarde Marcos Elvis, con su rock & roll al más puro estilo americano de los años 50. A las 6 empezó el segundo grupo, La Patera, tributo a Marea, haciendo disfrutar a todos los oyentes, en especial a los amantes del rock español. Hasta las 9 no tocó el tercer grupo, Skaynet, que lo petó con su metal electrónico.



Los cuartos en tocar fueron Kapitán Memo, con el organizador del festival, Jesús, como vocalista. Puro rock extremeño al estilo de Marea y Extremoduro, fueron encendiendo motores para lo que iba a ser una larga noche de rock.



Con una ambiente ya bastante animado, dieron rienda suelta a su rock & roll los catalanes Gatos Locos, que hicieron bailar a la mayoría de los asistentes como si no hubiera un mañana, con un estilo country muy americano, al que también acompañaba la vestimenta de los espectadores, moteros de lo más heavies y chicas pin up.



A continuación, llegaron los navarros Ciclonautas, grupo formado por el batería de Marea, con un estilo rockero un tanto extravagante pero no menos atractivo que el resto. Con tan sólo 3 integrantes, crearon un sonido formidable y envolvente.



Los penúltimos fueron los grandes Obús, icono del rock español. Empezaron con un retraso de algo más de una hora, pero empezaron que es lo que importa. Nos deslumbraron con una gran actuación de dos horas, en la que sonaron clásicos como ·”Va a estallar el Obús”, “Vamos muy bien”, “Dinero, dinero” entre muchos otros. Aunque algo borracho, Fortu bailó sobre el escenario y no dejó de moverse ni un segundo, con una energía admirable para su edad. 



En primera fila, nosotras lo dimos todo y nos dejamos la voz cantando la mayoría de los temas, que ya nos sabíamos, al igual que el resto de los asistentes.Después de Obús, ya a altas horas de la madrugada, aquello se quedó desolado, entre el retraso de Obús, problemas en la organización y algunas controversias más, Eva-Rock no llegó a tocar. Fue una desilusión para los que aún teníamos energía para aguantar y darlo todo en ese último concierto, pero no pudo ser.

En términos generales, considero el festival una gran iniciativa para dar a conocer bandas algo desconocidas, y no por ello peores que otras, como hemos tenido el gusto de comprobar, y dar una oportunidad al rock extremeño de exhibirse y demostrar que existen buenas bandas comprometidas con el rock en nuestra tierra. No obstante, he de recalcar que no todo ha sido bueno, tanto el jueves como el sábado, ha habido problemas con las bandas debido a una clara falta de organización, primero con los votos, y después con la falta de cortesía hacia algunos miembros, que no por ser menos conocidos merecen menos atención que otros. Un festival que pretende fomentar el rock y presentar bandas poco conocidas, debería como mínimo concederles a todas la misma importancia y atención.

Dejando a un lado las discrepancias, ha sido un buen festival y lo hemos pasado genial, y eso es lo que nos llevamos de allí, sólo esperamos que si se repite el año que viene, sea mucho mejor aún.

Crónica y fotos: IsaMisa & Esmeralda Hxcinvena

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